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Marina de Gabarain, mezzosoprano donostiarra

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Marina de Gabarain, mezzosoprano


ABC EN LONDRES

LA VOZ DE LAS ESPAÑOLAS: MARINA DE GABARAIN

         Londres (Cónica de nuestro corresponsal,)
         Calculo que los hombres que cantan bien o van a cantar bien, descubren su mina mientras se afeitan. No de otra manera puede explicarse que los que cantamos criminalmente, anotemos en la misma ocasión nuestra incompetencia como ruiseñores y lo comprobemos, espantados, todas las mañanas.
         Pero Marina de Gabarain no es un caballero, sino una señorita de San Sebastián, atractiva y muy española, de las que dicen todavía "ni pum", a pesar de sus diez años en Inglaterra. Y lo primero que la preguntó el corresponsal de ABC cuando se la presentaban, fue cómo había explorado lo que tenía en la laringe: "Pintando", dijo.
         Marina de Gabarain pintaba. Vino a un colegio de Cambridge, con su hermana Anita, y las dos pintaban. Y pintan aún. Un día rompió a cantar mientras copiaba del natural la Primavera. Eso es todo. Luego pasaba al Real Conservatorio de Londres, y durante sus clases, aparecía un anuncio de la BBC: "El martes de esta semana podrán ustedes escuchar a la mezzosoprano Marina de Gabarain, interpretando canciones españolas y uruguayas, bolivianas, chilenas, peruanas, ecuatorianas y de otros países de América. A las ocho P.P., hora de Quito."
         Así —a la hora de Quito— empezó a cantar para el público la Gabarain; hoy, la mejor "Casrmen", la mejor "Cenerentola", la mejor Azucena" ("Il Trovatore"), de Inglaterra.
         Su voz ha originado una polémica entre los críticos. Coinciden en que es cautivante y "exótica"; una voz con Pathos; una extraña y atractiva calidad de voz. Eric Blom "The Observer"—habla de una "docilidad cremosa" y de la sorprendente "no ostentación" con que se recrea en los "juegos artificiales". Pero nadie sabe todavía cómo clasificarla en los registros clásicos de la voz humana. "Sólo una "coloratura-contralto"se escribe, por ejemplo—capaz de extenderse a mucho más de dos octavas, puede cantar "La Cenerentola" como Marina de Gabarain.
         El corresponsal no sabe "ni pum" de laringes, pero lee un poco de todo. Y encuentrra interesante esta afirmación: "De no haber sido frecuente tal tipo de voces en los tiempos de Rossini, no se hubiera compuesto "La Cenerentola". Es curioso observar, sin embargo,  que la rareza se da con cierta regularidad en las españolas: Conchita Supervía, a la que no olvidaremos fácilmente; Victoria de los Ángeles, Marina de Gabarain... No creo que ninguna cantante inglesaz pueda clasificarse en el tono de la Gabarain, no siempre soprano, no siempre contralto. Es la belleza y la rareza de su timbre lo que nos cautiva."





         Marina de Gabarain está haciendo furor en "Carmen" también. La catalogan como una "Carmen natural". "Carmen" necesita una buena actriz, además—como la Gabarain—, y el temperamento, la pasión volcánica que se atribuye en el teatro a las españolas cuando "están mordidas". (En otros tiempos, ya muy distantes, cantaba en Inglaterra otra "Carmen natural": María Gay, catalana y cobriza. María Gay solía saludar al público, al final de la representación, echándole bocados a una manzana. Posiblemente el empresario la obligaba a seguir "de selvática" en la vida civil. El corresponsal la oyó en Liverpool. ¡Qué días más buenos! "Escamillo", antes de entrar en la plaza de toros, tomaba su espada del almohadón de terciopelo que le ofrecía un paje, rodilla en tierra, y ajustaba el acero a su tahalí.)
         Una de las artistas más celebradas en las temporadas de ópera de Glyndebourne—"ópera palacial", interrumpida por una cena en un parque: vieja Inglaterra, en suma—, Marina de Gabarain, ha cantado allí en seis noches seguidas el papel de "Babá, el turco", con su barba burlesca, de la obra de Stravinsky "The Rake's Progress", (libro del poeta Auden y de Cester Kaliman), que se estrenó el año pasado en el festival de Edimburgo. El genio dramático de Stravinsjy alcanza en esta producción, destinada a los públicos británicos, por contraste, todos los matices de la burla.
         Me hablaba Marina de Gabarain ultimamente de sus proyectos, La llaman para el primer Festival de Música y Drama que organiza Berlín después de la guerra. En septiembre.
         —En Berlín- dice- me piden"La Cenerentola". A continuación cantaré en España. Esta es mi gran ilusión. Muchas noches pienso que si no me conoce España no me conoce nadie. Me lleva el Liceo de Barcelona.

J. MIQUELARENA


         NOTA DE MIGUEL LOS SANTOS, AUTOR DE ESTA PÁGINA:
         Estando intesesado en todo lo referente a esta cantante donostiarra, en 1988, recurrí a uno de los archivos sonoros más importantes europeos en los tiempos del disco LP : la tiemda PAPAGENO, en la Rue Marivaux, pegadito a la Ópera Cómica de París.
        Unos dos años después de solicitar la grabación de la Cenerentola de Glyndebourne, 1952, con Bruscantini, Wallace, Noni, Cadoni y el D. Ramiro del español Juan Oncina, dirigido por Vittorio Gui, me respondieron que habían localizado un ejemplar original de dicha grabación. Quien no vivió esa época, desconoce la dificultal de obtener muchísimos títulos y versiones que ahora están fácilmente disponibles en YouTube.


    




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